Técnica observación-acción

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Vivimos una época en que la tecnología forma parte de nuestra día a día. Estamos rodeados de máquina o utensilios que “nacieron” con el fin de facilitarnos la vida. Este campo se encuentra ahora mismo en pleno crecimiento. Pero, ¿Qué pasaría si utilizáramos estas nuevas tecnologías para la rehabilitación de daño cerebral?

El cerebro es el órgano más complejo que tenemos. Todo lo que pensamos, creamos, movemos, hacemos o lo que somos está dentro de él. Tras sufrir un accidente que impliquen una serie de daños cerebrales este se ve afectado gravemente y puede interrumpir nuestra vida diaria, apareciendo dificultades a nivel físico, cognitivo  y/o sensitivo.

La rehabilitación tras un daño cerebral se basa en recuperar las funciones perdidas, para ello hay una gran variedad de terapias y técnicas. Elegir cual es la mejor a veces resulta complicado para el profesional pero podemos basarnos en la ciencia y en la evidencia científica para tomar esta decisión, teniendo siempre en cuenta el perfil y las preferencias del paciente.

En los últimos años ha nacido una terapia que propone engañar a nuestro propio cerebro, haciéndole creer que podemos hacer una serie de actividades que realmente no podemos debido a nuestra lesión. Este tipo de terapia se denomina la terapia espejo.

¿QUÉ ES LA TERAPIA ESPEJO?

La terapia espejo empezó a conocerse alrededor de los años 90 y nació para influir sobre el dolor fantasma de miembros amputados. Tras varias investigaciones y pruebas comenzó a utilizarse en el mundo de las lesiones cerebrales.

La terapia espejo consiste básicamente, en colocar un espejo que refleje la mano no-afecta. Nuestro lado afecto quedará detrás del espejo. El paciente deberá mirar el reflejo del espejo y realizar una seria de actividades o movimientos anatómicos, haciéndole creer al cerebro que la mano que se mueve es la mano afecta.

Otra técnica dentro de esta terapia es la imaginería motora. Esta técnica se basa en que simplemente con el hecho de imaginar que estamos realizando un movimiento ya estamos recuperando neuronas dañadas. Una característica que tiene esta terapia es que evita la fatiga, por lo que es recomendable en esclerosis múltiple. Aun así, también hay que destacar que se necesita de mucha concentración para realizar las sesiones.

La técnica más innovadora es la de Observación-Acción. Se basa en la visualización de videos, utilizando por ejemplo, gafas de realidad virtual. Estos videos deben de estar grabados en primera persona. El paciente visualiza el video durante 3min y luego se realiza la actividad durante 2min. Si la actividad es muy compleja la podemos ir dividendo en etapas e ir incrementando progresivamente cada vez que se consiga una de ellas. Esta técnica tiene una gran evidencia científica y actúa directamente en el hemisferio de la lesión, recuperando vías neuronales que hayan sido dañadas.

Os dejamos un vídeo para que podáis comprobar los beneficios de esta intervención:

“La tecnología no es nada. Lo importante es que tengas fe en la gente, que sean básicamente buenas e inteligentes, y si les das herramientas harán cosas maravillosas con ellas”. Steve Jobs

Si necesitas más información sobre ésta y otras herramientas de rehabilitación en el ámbito de la terapia ocupacional o la movilidad físico-funcional, ponte en contacto con nosotros.